Dicen
los que saben que Dios está en todas partes, hoy me he propuesto ubicarlo en la
ciudad.
Repaso los apuntes del curso de
Metodología de la Investigación: cálculo estadístico, la campana de Gauss, chi
cuadrado y empiezo la recorrida en donde lo supongo, en sus prioridades.
Informe:
Domingo
10hs 57 A.M. Avenida Sta. Fe 1300. Basílica de San Nicolás.
Sancte Nicolae ora pro nobis. Con mucho adorno y oropel. Celebración de la Virgen de los desposeídos
(la de Valencia). Se invita a los devotos y a la comunidad parroquial a los
solemnes cultos en su aniversario.
Me interno en el barrio de Constitución.
11hs
50 A.M. Parroquia Corazón de María.
Entrando escucho cantar el aleluya. El
sermón, que está a cargo de un sacerdote enojado, vincula a San Juan con el
nuevo recorte del gobierno al presupuesto educativo.
Al terminar es aplaudido.
00:
15 P.M. Parroquia Santa Elisa.
Cerrada. En la plazoleta lindante, flamean
banderines amarillos y blancos; publicidad de Renault.
Con
mínima diferencia horaria: Hospital interdisciplinario
psicoasistencial Dr. José T. Borda.
Me muero de risa. Con este nombre
jactancioso, amenazador e inclemente, se enmascaró el manicomio, un verdadero
disparate. Dios ausente con aviso.
Iglesia
de San Francisco Solano. 01 P.M.
Enfrente del Hospital Subzonal Materno
Infantil. Misas: domingos 11, 12 y 18hs. A un costado se levantó un circo, dos
pesos la entrada. Funciones 16 y 18 hs.
La Iglesia está repleta y hace calor. En
las paredes, dos o tres vírgenes de cerámica y un Cristo austero. Sobre una
cartulina, en letras doradas de papel cotillón dice: Haznos r sucitar. Falta la
e. Es lo único áureo, gracias a Dios.
El techo de madera está pintado de celeste
intenso, quizás por imitar al cielo o por no haber otro color disponible. scucho misa parado en el fondo, junto a la
gente y a un perrito negro.
A la salida, indios de Misiones venden
loros y lagartos tallados, también hay cestos de mimbre. Me retiro cuidando de
no pisar el barro que empieza a tres metros. Un kiosco de lata precariamente
instalado en la esquina, me tienta con bebidas frías, sandwiches de chorizo y
milanesa. Creo que voy a ceder a la tentación.
Las
Heras y Ayacucho: 03 P.M.
¿Estás en las rejas de las ventanas, en
las franjas peatonales o haciendo equilibrio en un enjambre de cables? ¿En el
ruido de los motores, en el caño de escape de un camión, en los coros de
bocinazos, en los chirridos de frenos, en la gente que cruza corriendo? S.O.S -
S.O.S - S.O.S.
Dios urbano, Cristo en colectivo. Se
rumorea que toma el sesenta.
Soldado
de la Independencia y Maure. 04P.M.
Indago en los afiches, en una vidriera de
la Abadía, en los pantalones de marca y
calzoncillos de puro algodón 98%,
y en la mirada extraviada del señor al que pregunto: ¿Dios queda en
Belgrano?
Santa
Fe y República Árabe Siria. 05 P.M.
Es notorio que Dios ama la naturaleza. En
la ciudad está representada por el Jardín Botánico. Allí procedo a una pequeña
exploración entre gatos y dycotiledóneas. Inspecciono un arbusto de
azaleas -rododendrum japonicum-, la
fronda de un olmo -ulmus parviflora-, escudriño
la copa de una palmera -trachycarpus
fortunei-, buceo en un estanque y me fijo detrás de la Saturnalia, que no
es un vegetal sino una estatua, como bien lo explica un cartel que representa a
la Saturnal, fiesta realizada en honor al dios Saturno, que adquiría carácter
de orgía desenfrenada en los antiguos romanos.
Echeverría
y Migueletes. 06 P.M.
Las santerías son bocas de expendio que
proveen los elementos para las formas tradicionales y alternativas del culto y
del amor a Dios. En los escaparates se exhiben cruces, vírgenes que desatan
nudos, estampitas milagrosas y yuyos con indicaciones precisas: ruda para la
envidia, mirra que asegura el amor, e incienso, que aleja los malos espíritus.
En
casa. 09 P.M.
Subo a la azotea y miro hacia la noche.
Veo antenas, chimeneas y un lavadero con ropa tendida. El cielo ya no es
celeste como el de la iglesia, sino oscuro, casi negro, de no ser por las
estrellas que refulgen desperdigadas.
Medito: hoy te busqué, Dios, por tantos lugares, con fervor y esperanza,
sin encontrarte. La jornada fue larga, estoy algo desanimado. ¿Fallé con el
método o es que soy sordo, o ciego, o ateo?
De pronto, una estrella más luminosa que el resto se desprende
del conjunto y, como una luciérnaga activa, se desplaza hacia mí a gran
velocidad. Bruscamente se detiene, gira en un minúsculo radio y se aleja con
rapidez.
¿Será?
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