lunes, 28 de agosto de 2017

LA APUESTA DE PASCAL


Es de uso común mencionar la apuesta de Pascal para acentuar la toma de un riesgo. En efecto, toda apuesta comporta un riesgo; en este sentido, en tanto mayor sea riesgo más fuerza tendrá la apuesta.

Blaise Pascal (1623 -1662) físico, matemático y teólogo francés, plantea que si bien no se conoce de modo seguro la existencia de Dios, lo racional es apostar a que sí existe.  El  argumento es matemático y nos aconseja cómo conviene elegir en la incertidumbre      

-Si crees en Dios y resulta que existe, irás al cielo;
-Si crees en Dios, en caso de no existir no perderás nada.
 -Si no crees en Dios y resulta que no existe y no perderás nada, pero de existir serás castigado y perderás el cielo.                                                                                                
 -Si no crees en Dios pero existe, perderás la vida eterna.   
REFUTACIÓN
Resumiré a continuación las objeciones a la apuesta de Pascal ya formuladas y agregaré una propia.
a) Según Pascal, la fe en Dios no solo es acertada sino también racional, porque: «Si ganan, lo ganan todo y si pierden, no pierden nada», en otras palabras, Pascal desvirtúa la fe que pasa a ser racional, y si es racional no es fe.  
b) El enunciado de Pascal es incompleto pues, no incluye la posibilidad de un Dios que recompense al de honesto razonamiento o que castigue al de creencias hipócritas.   
c) El argumento de Pascal sólo sería válido para los agnósticos que deben sopesar los beneficios de practicar la fe. En cambio, un ateo descartaría el razonamiento de entrada puesto que para él la probabilidad de que exista Dios para él es nula.
d) No hay método científico para asignar una probabilidad a algo que es inaccesible para el conocimiento humano
e) La apuesta del Leprechaun 
Ante la creencia en una olla llena de monedas de oro al final del arco iris, hay cuatro opciones:

1.      Si creo en la olla y no existe, tras llegar al final del arco iris no gano ni pierdo nada.

2.      Si creo en la olla y existe, tras llegar al final del arco iris obtengo una olla llena de oro.

3.      Si dudo de la olla y no existe, no gano ni pierdo nada.

      4.   Si dudo de la olla y existe, no busco el tesoro lo pierdo y quedo en la miseria.
Se desprende de ello que, puesto que sabemos cómo se origina el arco iris, es notorio que la persona precisa del autoengaño, es decir la mentira a sí mismo, lo que Sartre denomina “la mala fe”. 
f) La mal llamada “apuesta de Pascal”, es una recomendación utilitarista, cuyo fin, como es sabido, es el control social.  
g) Pascal parte además de una errónea concepción de la estadística. Sostiene que hay tantas probabilidades de que Dios exista como de que no lo haya, cada una tendría un 50%. Eso sería como decir que si un avión se estrella contra una montaña, los pasajeros tienen un 50% de chances de sobrevivir. 
h) Asumiendo el postulado que haya un Creador como “condición necesaria” (Aristóteles), que por definición es incomprensible e incognoscible para la razón humana, Pascal lo reviste de atributos según la lógica humana.    
Trataré de responder ahora, cómo es posible que una mente brillante como la de Pascal pudo cometer semejante error lógico. La respuesta que doy es que Dios es una ficción necesaria para atenuar el sinsentido de la vida y el miedo a la muerte. En relación a esto, cito una reflexión de J.L.Borges quien consideraba a la Trinidad “un monstruo teológico” que “sobrepasa en monstruosidad al dragón y al unicornio” Sin embargo, dos años después, recuerda que su padre, agnóstico, solía decirle que “el mundo es tan extraño que hasta la idea de la Trinidad es algo posible”. 

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