
Hasta
aquí el queribilísimo Thomas, ahora veamos por qué temible. Resulta que
Bernhard no sólo es importante por lo que dice sino también por cómo lo dice; y
les aseguro que de su lectura no se sale sin consecuencias, más aún tratándose
de un lector escritor. Su escritura marca a fuego, deja una impronta que es
imposible de eludir, y eso significa que el próximo texto que uno vaya a
escribir, esté influenciado al mil por ciento por su estilo hechizante y
endemoniado. Recuerdo que estando en casa del escritor Juan Martini, este me
mostró su última novela : “Colonia”. Tras leer la primera página le pregunté “¿estuviste leyendo a Bernhard?” El
preocupado rostro del escritor me respondió entre la pregunta y la afirmación
“¿se nota mucho?”
Amigos y colegas escritores, si aún no lo
leyeron no se lo pierdan ¡léanlo!. Si no vieron sus obras de teatro ¡véanlas! También
pueden escucharlo en algunas entrevistas en Youtube, respondiendo con su
característica falta de aliento.
Eso sí, la empresa necesita de lectores
corajudos, pero les doy ánimo con un dicho aplicado a la literatura: “cuando se
copia de uno solo se llama plagio, cuando se copia de muchos se llama
influencia.”
Con
Thomas Bernhard les recomiendo dejarse influir hasta cometer un buen plagio, a
lo sumo los hará escritores más responsables e inspirados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario